El monseñor Guillermo Vera Soto, obispo de Rancagua, presidió una Eucaristía en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de San Fernando. Fue acompañado por fray Martín Bernales Moreira, el diácono Fernando Pardo Castro, el acólito Matías Arenas y el postulante al sacerdocio, Gallardo.
Durante su homilía, el pastor diocesano llamó a los fieles a volver la mirada hacia el interior: “Reflexionemos sobre nuestra vida diaria. Busquemos la unión espiritual con Dios, dejemos el celular fuera de la mesa y conversemos más con quienes amamos”. Al concluir, impartió su bendición y animó a vivir la semana con mayor amor y acogida.
Por su parte, la comunidad de la capilla San José de Agua Buena celebró con profunda devoción a la Virgen del Carmen, culminando una novena con una procesión por la calle Agua Buena. Fieles portaron banderas de Chile y del Vaticano, y en cada estación se rezó y cantó frente a altares preparados por las familias. La actividad fue encabezada por el párroco fray Danilo Yáñez Ossandón, junto a las Hermanas Terceras Franciscanas Misioneras de la Inmaculada Concepción.
La jornada concluyó con un esquinazo ofrecido por la Agrupación Folclórica Tradiciones de mi Tierra, seguido de tres pies de cueca en honor a la Reina y Patrona de Chile, en un gesto de amor y fidelidad mariana.
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