El reciente proceso de liquidación forzosa de Olivar Export SPA, quebrada por una deuda de US$ 21 millones, junto con representar un fuerte golpe económico para la región de O’Higgins, abre nuevas dudas respecto a la realidad del sector agroindustrial.
El plan de la compañía consistía en reactivar sus operaciones exportadoras y diversificar el uso de sus terrenos agrícolas, pero no logró convencer a sus principales acreedores.
En las últimas semanas informes de Contraloría han dado cuenta de una serie de observaciones en rendiciones de cuentas del organismo en O’Higgins y puso como fecha el mes de agosto para normalizarlas.