En un duelo marcado por la tensión y las urgencias contrapuestas, O’Higgins de Rancagua visitará este domingo 30 de noviembre, a las 18:00 horas, la histórica catedral del balompié chileno para enfrentar a Unión Española en un partido que tiene tintes de final para ambos elencos, aunque por razones muy distintas.
En el marco de la fecha 29 de la Liga de Primera, el conjunto celeste viajará hasta el Estadio Santa Laura, en la comuna de Independencia, con la misión de sumar tres puntos vitales que le permitan sostener sus aspiraciones de clasificar a la Copa Libertadores 2026. Actualmente, los dirigidos por Francisco Meneghini ocupan la cuarta posición con 50 unidades, quedando a solo un punto de la Universidad de Chile, elenco que marcha tercero, en zona de fase previa del certamen continental.
La realidad de los hispanos, en tanto, es completamente opuesta. Unión Española atraviesa una temporada para el olvido: se ubica en el décimo quinto lugar, en zona de descenso directo y con un pie en la Liga de Ascenso. El cuadro de Independencia está obligado a vencer a O’Higgins y a la vez esperar un tropiezo de Deportes Limache frente a Unión La Calera, encuentro que se disputará en paralelo. Si ninguno de estos escenarios se concreta, el conjunto rojo perderá la categoría.
Ambos equipos llegan golpeados. El Capo de Provincia no logró hacer valer su localía en el Estadio Codelco El Teniente y cayó por la mínima ante la Universidad de Chile. Los hispanos, por su parte, también fueron superados por uno a cero ante Deportes Limache, profundizando su dramática lucha por mantenerse en la división de honor.
El antecedente más reciente entre ambos clubes se remonta al pasado 15 de junio, cuando O’Higgins derrotó a Unión Española por uno a cero gracias a un agónico tanto de Juan Leiva en los minutos finales. La estadística reciente también favorece al elenco rancagüino: en los últimos cinco enfrentamientos registra dos victorias y tres empates, incluyendo dos triunfos consecutivos. Los otros compromisos terminaron igualados dos a dos, tres a tres y uno a uno.
Con la presión instalada a ambos lados de la cancha, Santa Laura será escenario de un choque decisivo que podría redefinir los destinos de dos instituciones históricas del fútbol chileno.






