Desde el 01 de julio comenzó a regir en el país el Pago Tardío de Transacciones (PTT), el nuevo sistema que reemplazó al Pase Diario Único Interoperable (PDUI) para quienes transitan por autopistas urbanas sin TAG o con el dispositivo bloqueado. Según las autoridades, la medida busca un cobro proporcional al uso real, pero desde el movimiento No+TAG acusan que el cambio favorece a las concesionarias, encarece los viajes y pone en riesgo a miles de usuarios.
Un modelo que castiga a los no digitalizados
Andrés Alarcón, vocero nacional de No+TAG, en entrevista en exclusiva con El Tipógrafo, sostiene que el nuevo sistema es “engorroso, injusto y abusivo”, especialmente para personas de regiones que no tienen TAG y para ciudadanos que no están completamente familiarizados con las plataformas digitales. Explica que los usuarios deben esperar 11 días después del tránsito para poder pagar su paso a través del portal www.pasastesintag.cl, lo que ya ha generado confusión.
“El cobro es el doble por cada pórtico. Si pasas por lo equivalente a cinco mil pesos, terminas pagando diez mil. Y si no pagas dentro de los 30 días posteriores, se transforma en una multa de 70 mil pesos. Eso le va a pegar directo al bolsillo de muchas familias”, afirma.
Alarcón subraya que quienes no accedan al portal web no tendrán otra forma de regularizar el pago. “Hay adultos mayores que no manejan internet, personas sin muchos conocimientos tecnológicos, y a todos ellos se les está condenando a multas automáticas. Es absurdo”, recalca.
Impacto directo en las regiones
El vocero también apuntó al impacto que tendrá esta medida en habitantes de regiones como O’Higgins, que mantienen un tránsito frecuente a Santiago por razones laborales, médicas o personales. “A las personas de región esto les va a afectar demasiado. Venir a Santiago por un trámite puede terminar costando el doble o más si no tienen TAG. Y lo peor, sin siquiera saber cuántos pórticos cruzaron, porque el sistema no entrega ese detalle”, señala.
Desde su perspectiva, el antiguo pase diario tenía un sentido práctico y accesible. “Era un pago único, sabías cuánto ibas a gastar. Ahora, si no tienes el dispositivo, te expones a un sistema poco claro, con riesgo de multas millonarias. Esto no es eficiencia ni justicia, es un castigo”, acusa.
“Es una sinvergüenzura”
Alarcón es tajante al señalar que el doble cobro no responde a criterios técnicos, sino a un acuerdo entre el Ministerio de Obras Públicas y las concesionarias. “Lo preguntamos formalmente y nos dijeron que fue un acuerdo contractual. Para nosotros, eso es una sinvergüenzura. Cobrar el doble por algo que ya tiene un valor asignado no tiene justificación”, sentencia.
El dirigente también critica que, mientras las concesionarias sí han conseguido modificar contratos para implementar este modelo, a los movimientos ciudadanos como No+TAG se les ha negado esa posibilidad. “Cuando pedimos rebajar tarifas o revisar cobros, nos dicen que los contratos no se pueden tocar. Pero si es para cobrar más, los ajustan sin problema”, asegura.
Esperan cambios desde el Congreso
Ante este escenario, el vocero de No+TAG plantea que la única vía de solución está en el Parlamento. “Lo que necesitamos es una modificación a la ley de concesiones. Es la única forma de frenar este abuso. Ya se han planteado ideas como comisiones fiscalizadoras o proyectos de ley, pero hasta ahora no han prosperado”, dice.
Alarcón agrega que han intentado dialogar con las autoridades, pero se han encontrado con una negativa sistemática. “El gobierno cerró la puerta. Nuestra esperanza está en que el próximo Congreso tome este tema en serio y se atreva a ponerle freno al poder de las autopistas”, advierte.
“No estamos pidiendo andar gratis. Lo que pedimos es pagar un precio justo. Las autopistas ya recuperaron su inversión y siguen subiendo los precios todos los años. Eso es lo que queremos cambiar”, cierra Alarcón.